«La palabra mártir, común a todas las lenguas de los pueblos cristianos, vale originariamente en griego martyres tanto como testigos («testes») [...]. Los mártires, sufrieron todo lo que sufrieron por dar testimonio de lo que vieron o de lo que oyeron» (De la introducción).
El seguimiento de Jesús llevó a sus discípulos, desde el comienzo de su historia, a predicar el evangelio y, cuando la situación lo exigía, llegar al extremo de dar su vida al ejemplo de su Maestro. Esta entrega martirial nacía de su hondo sentido de libertad y de amor a Dios. En nombre de Dios no quitaban la vida a nadie, sino que se la dejaban arrancar, confiados en que la muerte era para ellos, en realidad, el comienzo de la verdadera Vida.
Este volumen recoge varios procesos verbales de los mártires (Acta Martyrum) y algunos relatos de testigos oculares (Passiones et Martyria). Las ediciones en lenguas modernas como esta suelen comprender ambos conjuntos de escritos bajo el título "Actas de los Mártires".