Bartleby el escribano es una historia de Wall Street, la zona dominada por el capitalismo, la burocracia, el mundo de negocios… Ahí se sitúa el despacho del abogado dónde trabajan él y otros dos escribanos. A principio, trabaja intensamente, en contraste con los otros dos, cada uno con sus vicios, poco cumplidores, poca educación, que chocan con la firmeza y serenidad de Bartleby. El aislamiento de su local de trabajo permite su privacidad, pero también su soledad y su silencio.
El narrador es el abogado, un hombre con sentido práctico y metódico, que respeta su privacidad, que le inspira confianza. Sin embargo, poco sabe de él, no hay testigos de su vida privada, de sus ideas, gustos, etc... Al principio, Bartleby trabaja frenéticamente, sin una pausa para tomar o comer algo. Algunos días después, empieza a contestar a cada nuevo pedido del abogado con la misma expresión: "prefería no hacerlo", contestación de cierto modo contradictoria, que impacienta el abogado con esta resistencia absurdamente pasiva, de su escribano. No logra ni dialogar ni confrontarse con un hombre tan misterioso, que termina con su paciencia y decide dejar su despacho, abandonar a Bartleby a su destino.
Bartleby es una historia sobre la soledad humana, una crítica a la racionalidad utilitarista, a la instrumentalización del hombre, a la incomprensión de los dramas de los demás. El personaje principal es un símbolo de la soledad del hombre en una sociedad burocrática, de un sistema economicista y utilitarista.