Esta novela narra la infancia de dos hermanos, Lou y Oz, cuyas vidas cambian drásticamente al morir su padre en un accidente de coche. Este suceso, que deja a la madre en un profundo estado de coma, obliga a los niños a abandonar Nueva York para trasladarse a las montañas de Virginia donde pasan al cuidado de su bisabuela paterna. Desde entonces, se les abre un mundo completamente desconocido en el que aprenderán a descubrir el valor de lo cotidiano, las riquezas de la vida rural, la fortaleza para enfrentar las adversidades y la necesidad de contar con la ayuda de los demás.
El relato de la historia está escrito desde la perspectiva de Lou y, por tanto, con un lenguaje sencillo e ingenuo. Poco a poco, el autor va introduciendo al lector en los pensamientos y afectos de la niña que a lo largo de la novela va creciendo y asumiendo con madurez las cosas. David Baldacci, conocido sobre todo por sus novelas de suspenso, mantiene un buen ritmo en su obra, intercalando descripciones la narración de los hechos con de las montañas de Virginia, su tierra natal. En el prólogo cuenta cómo la fuente de inspiración de esta novela fueron sobre todo las largas conversaciones con su madre y su abuela materna. Y puntualiza: “Irónicamente, como escritor me he pasado los últimos veinte años a la caza de material para novelar y nunca supe ver el inagotable filón de recursos que había en mi familia”.
Se trata de una novela muy amena que hace pensar en el valor de la familia y en las riquezas de la experiencia de los mayores. La mezcla de momentos de suspenso y de escenas del trato entre los hermanos cargadas de ternura hacen disfrutar al lector.
M.P.L. (Italia, 2008)