Tras el éxito de su anterior libro “Mujeres brújula”, Isabel Sánchez nos ofrece un nuevo título, muy pertinente en una época como la nuestra en la que se considera un valor supremo la autonomía y la independencia.
La autora aborda cuestiones de gran calado: “¿somos, acaso, custodios de los demás? ¿Es esto una mera opción ética, que cada quien puede elegir, o hablamos de un rasgo antropológico que no es posible obviar sin detrimento de nuestra dignidad? ¿Por qué encuentro un eco en cada fibra de mi interior cuando alguien me cuida y por qué me llena de propósito cuida a quien lo necesita? O, yendo más allá: ¿es posible que los cuidados que recibimos desde que somos concebidos a la vida constituyan el paradigma de nuestro estar y ser en el mundo como humanos y reconozcamos a otro como humano precisamente por esa capacidad de cuidar? ¿Es posible que nuestra marca personal como humanos consista en ser cuidadores?
Siguiendo a filósofos como Higinio Marín, Isabel Sánchez considera que “el cuidado es una dimensión esencial de lo humano por ser condición de posibilidad de la misma humanidad como especie: la esencia y la existencia del hombre -explica este autor- están comprometidas en el amparo prestado al otro”.
Como humanos, se nos gesta y se nos recibe con cuidado; también con cuidado se nos acompaña al morir y se nos recuerda después, una vez nos hemos ido. Lo mismo sucede en todas las etapas de la vida: “la aparición de un humano - ya sea en el mundo, en una familia, en un barrio, en un autobús, en una oficina o en un bar- interpela a cualquier otro humano al reconocimiento, al encuentro, al respeto, al interés, a la ayuda mutua”.
En definitiva, un nuevo ser llamado a la vida espera una respuesta existencial afirmativa de toda otra persona, y a esa respuesta la llamamos responsabilidad: somos responsables de que la humanidad continúe existiendo. Nuestra condición limitada y vulnerable, unida a nuestra apertura interior trascendente, nos constituye en seres racionales interdependientes, que crecen y se realizan en sí mismos mientras ayudan y asisten a sus semejantes.