Es un clásico de thrillers judiciales, bestseller. Mark Sway, de 11 años es la única persona que sabe dónde está escondido el cadáver de un senador de Estados Unidos. El FBI a toda costa quiere saber el lugar y el asesino pretende que el niño no hable. Reggie Love, abogada, ayuda a Mark de ambas amenazas y juntos se enfrentan al poder del aparato estatal y a la mafia.
Es una novela policiaca cargada de suspenso, muy entretenida, con una trama veloz, fácil de leer, amena, llena de acción. Con un excelente modo de narrar, el autor logra que se disfrute. Está muy bien perfilada la figura del niño que acaba por ser querido por el lector. Podría resultar molesto para algunas personas el modo de caricaturizar al pastor cristiano ansioso de fama y poder. La recomiendo ampliamente a los aficionados a este tipo de literatura.