William Whewell, Charles Babbage, John Herschel y Richard Jones, ilustres investigadores ingleses del siglo XIX, experimentaron en diversos campos científicos (astronomía, química, física, matemáticas) y solían reunirse los domingos por la mañana para hablar de temas de filosofía natural. Estos encuentros los llevaron a promover un cambio en los estudios científicos y en los trabajos de investigación, en la estela de Francis Bacon. Realizaron importantes descubrimientos, también con una preocupación por que la ciencia influyera en el bien común. Fueron de los primeros a los que se puede calificar de científicos tal como entendemos hoy esta palabra.
En este valioso y riguroso trabajo, conocemos sus trabajos, su vida, sus preocupaciones y la influencia que ejercieron en los nuevos enfoques de la ciencia. Por otro lado, eran también humanistas y cristianos, lo que dio pie a reflexiones interesantes sobre las relaciones entre ciencia y religión, sobre todo a raíz de las incipientes teorías evolucionistas. También se muestran las tensiones en el mundo universitario y en los ambientes científicos, en las relaciones con las autoridades, para lograr ayudas... Destaca, además, la personalidad de cada uno, el valor de la familia, de la amistad, de la ilusión por ayudar a la mejora de la sociedad con el trabajo bien hecho. Libro interesante, que es también una llamada a superar el hiato entre ciencia y humanismo que ha causado, entre otros motivos, la excesiva especialización de las últimas décadas.