
Impresionante libro-testimonio de un alto cargo de la policía rusa a finales de los años 60. En este escrito, Sergei cuenta su dura infancia y su progresivo ascenso en el escalafón de las autoridades rusas del momento. Un chico que creía firmemente en el comunismo y que luchó por él con todas sus fuerzas, hasta que fue cayendo en la cuenta de que el comunismo en el que vivía estaba quitando libertad a las personas, y en concreto, libertad religiosa, algo que debía defenderse según la teoría comunista esencial de Lenin.
Desde ese momento, Sergei da un cambio radical en su pensamiento y decide no colaborar más con lo que Rusia estaba realizando. Debido a su alta posición en la policía rusa, esto no le iba a ser permitido, por lo que decidió escaparse del país a través del trabajo en la radio de un barco que rodeaba las costas de Estados Unidos y Canadá.
Desde este, Sergei se lanzó al mar y consiguió llegar a nado a la costa canadiense, desmayándose en la orilla. Allí fue recogido y, tras varios meses de deliberación por parte de las autoridades canadienses, y debido a la fama que le dio un popular programa de televisión, se le permitió quedarse a vivir en Canadá. Allí siguió buscando a Dios, como había hecho desde que se lanzó desde el barco.
Comenzó a dar conferencias y a aparecer en programas de radio y televisión contando su historia y la realidad rusa. Sabiéndose vigilado, fue hallado muerto el 1 de enero de 1973 en California. Sergei tenía 22 años.