El molino del Floss

Tom y Maggie son hijos del molinero Tulliver, éste trabaja en un molino en el cauce del río Floss. Tom se parece a su padre; Maggie es rebelde, emocional e inteligente. El libro se inspira de modo parcial en recuerdos de la infancia de Eliot. Tom es enviado a estudiar, por el deseo de su padre de que sea un caballero; pero el interés hacia los estudios de Tom es casi nulo. Maggie sin embargo devora los libros y hubiera tenido una sólida formación de haber vivido en otro entorno. Los negocios del molinero van mal y acaba en la ruina, lo más humillante para él es que sus posesiones a manos de Philip Waken, un abogado local. El padre, fruto del disgusto, entra en una fuerte decadencia física y psíquica. Tom trabajará duro durante años para pagar las deudas y recuperar el molino para la familia. Mientras, un hijo deforme de Philip Waken se ha enamorado de Maggie, si bien ese amor mutuo por el momento no debe hacerse público pues ninguno de los dos padres lo aprobarían. La dureza de Tom con su hermana, es la de un corazón endurecido por la adversidad. Cuando la situación se suaviza, Maggie comparte ratos de amistad con su prima Lucy, pero el enamoramiento les juega una mala pasada: La lucha que tiene Maggie entre los sentimientos encontrados está muy bien descrita, todo dentro de una rectitud moral sin tacha. Algunos sucesos llevan a que los habitantes de la población en la que viven se formen un juicio adverso, sin un fundamento sólido, pero en el que la falta de justicia y la murmuración juegan un duro papel. El tramo final es denso en el remolino de sentimientos encontrados. Un suceso imprevisto facilitará el reencuentro entre Tom y Maggie, algo que ella desea desde la infancia. Quizá están excesivamente marcados dos rasgos, en Tom la fuerza de voluntad movida por la honra hasta rozar el orgullo, y el cúmulo de emociones de Maggie suponen un remolino que turba su razón. Por la personalidad del autor, pudiera haber sido a la inversa; sin embargo, algo nos dice que la falta de medida en ambos casos no es lo deseable en el ser humano.