Josef Conrad, escritor polaco de origen británico, marino, nacido en Ucrania, hijo de padres polacos. Después de 1874, fue a vivir a Marsella, dónde ingresó en la Marina Británica. Tras la publicación de su primero libro, abandonó la vida de marino, para dedicarse a la escritura.
En El Naufragio del Titanic, Conrad cuestiona la soberbia del armador, la frivolidad de la prensa y la falta de competencia del equipo responsable por la construcción del navío. El Titanic fue todo un símbolo y este se volvió contra aquellos que lo concibieron. Sus constructores se movían por una búsqueda vulgar de lujo, un grande hotel en alta mar, con gimnasio, pistas de squash, sala con pinturas y cuadros, restaurante, dos cafés, piscina cubierta, baños turcos. El casco del navío estaba dividido en dieciséis compartimientos.
La causa del desastre fue el choque del navío de 47000 toneladas con un trozo de hielo; Conrad atribuye la responsabilidad del desastre a "Yamsi", anagrama de Bruce Ismay, presidente y director de la Compañía de Navegación, y a la falta de medios suficientes para evitar, o, por lo menos conseguir salvar un mayor número de pasajeros. Una de las causas de la muerte de casi todos los pasajeros la atribuye al insuficiente número de embarcaciones de las que disponía el Titanic; y otro error fue ponerlos a todos en el agua, de una sola vez.
El Titanic se hundió el 14 de abril de 1912. Sigue siendo un símbolo de la incompetencia y arrogancia humana, conducida por un equipo de hombres orgullosos e incompetentes, que ha costado la vida de casi todos los pasajeros.