El autor es periodista, colaborador en diversos medios de comunicación y autor de entrevistas a personas significativas. Autor de una semblanza sobre Javier Echevarría, En la tierra como en el cielo.
Aquí escribe un libro reportaje sobre Benedicto XVI. Fiel a su estilo periodístico, ajeno al comentario superficial y capaz de hacer preguntas de calado, ha leído los cuatro libros que Peter Seewald escribió tras varias entrevistas con Benedicto XVI. También acude a otras fuentes, como la periodista Valentina Alazraki, Brunori, etc.; a estudiosos de su vida y legado, como Pablo Blanco, Regoli y otros; entrevista al portavoz del Vaticano en esos años, Lombardi. No es posible extenderse en las fuentes. Quizá la primera haya sido la lectura de las encíclicas de este Papa, así como otras: Fides et Ratio, o Veritatis splendor, publicadas siendo él Prefecto y colaborador de Juan Pablo II. Su nombre salta a la prensa cuando Juan Pablo II le llamó para ir de Múnich a Roma. En otros círculos ya era conocido, al menos desde el Concilio Vaticano II. Conocido por teólogos, por la Stasi, etc., su nombramiento para trabajar en Roma fue recibido con recelo. Acusaciones variadas cayeron sobre él y caricaturas agresivas.
Joseph Ratzinger nació en Baviera, en una familia de fuertes raíces cristianas que sobrevivió en los años del nazismo. Al terminar la guerra, tenía 18 años y clara su decisión de ser sacerdote al acabar los años del seminario. Fue ordenado en 1951. Su formación le llevó a ser profesor universitario, sin omitir otras áreas de su sacerdocio. Nombrado obispo; más tarde cardenal por Pablo VI. Se consideraba poco capacitado para la gestión, la organización, etc. Vivió la investigación teológica con fidelidad al Magisterio de la Iglesia, lo que le ocasionó algún disgusto. En Roma ayudó con fidelidad al Papa Juan Pablo II y éste lo mantuvo a su lado hasta el final del Pontificado. Elegido Papa, cuando por edad no lo esperaba, se entregó a su nueva misión como Papa (2005-2013). Su decisión de pasar a emérito dio pie a cábalas, pero también a percibir que lo hacía en conciencia tras valorarlas en la oración. Del 2013 al 2022, su vida se resumen en tres palabras: fidelidad, oración y discreción.
Sánchez León durante cuatro años ha reunido material para este trabajo. Presenta una semblanza ágil y honda; conjuga la amenidad y el rigor intelectual.