Esta novela está ambientada en una aldea de Massachusetts y se centra en la seducción de una joven inquieta, ambiciosa e ignorante, deslumbrada por la llegada al pueblo de un arquitecto. La autora traza la biografía y la psicología de la protagonista, Charity, del arquitecto y del tutor de Charity, que aparecen como coprotagonistas, todo ello, dentro de una detallada descripción del entorno rural en el que las costumbres y las ideas puritanas y clasistas son dominantes. La acción se circunscribe a los meses de verano y refleja el deseo de Charity, una joven inexperta, de ser amada y de salir de la insignificancia de su entorno. Aunque Charity se sabe destinada a una vida mediocre, le parece que su amante logrará sacarla para siempre de esa oscuridad y no parece que piense que pueda traicionarle. Charity se nos presenta como alguien tan independiente como ingenua, con un carácter fuerte y algo “salvaje”, fruto quizá de sus orígenes.
Esta novela corta, realista y algo fatalista, escrita hace ya más de un siglo, plantea problemas éticos idénticos a los de nuestras sociedades occidentales: el acoso sexual, las relaciones extramatrimoniales, la irresponsabilidad del varón o el abandono de la mujer embarazada por parte del varón responsable y el aborto. Aunque las soluciones pueden ser distintas, son problemas a los que se pueden enfrentar hoy jóvenes y menos jóvenes. Ni se recurre al sentimentalismo o a soluciones fáciles, ni hay descripciones explícitas de la relación, pero en el fondo prevalece la crítica social de la autora, más que unos planteamientos éticos. Edith Wharton (1862- 1937) fue una escritora norteamericana muy conocida por sus dos obras principales: La casa de la alegría y La edad de la inocencia (ambas llevadas al cine), en las que utiliza hábilmente la ironía para criticar la estrechez de miras de la alta sociedad a la que ella pertenecía por nacimiento.