En 1803, un barco zarpa desde España rumbo a México, con la misión de llevar una vacuna contra la viruela. En él viajan el médico Francisco Xavier Balmis y su ayudante Josep Salvany; e Isabel Zendal, mujer que está a cargo de llevar a los veintidos niños huérfanos que portan la cura.
El hecho narrado es verdaderamente interesante, y se hace con un estilo elegante que aporta información del desarrollo social, médico y político de España y México en esa época. No se hace ningún juicio ético respecto al "uso" (de tipo experimental) de huerfanos para llevar la vacuna a la Nueva España: de hecho, se da por supuesto el bien común de llevar la curación a esas tierras. Se narran algunos pasajes sensuales de algunos personajes, en especial el hecho real, o ficticio del amor entre Isabel Zendal y el obispo de Puebla.