El título varia de unas ediciones a otras, pero la idea fundamental se mantiene; entre otras posibles interpretaciones, es la sangre por encima del uniforme, pues muchas batallas se ganan tras recibir heridas. Su contenido es el de un joven que se alista voluntariamente en el ejército de la Unión para combatir en la Guerra Civil Americana (1861-1865). Tiene sed de gloria y un deseo de demostrar su coraje. Un día, con esa expectativa ante la guerra, se va de la granja en la que trabaja junto a su madre viuda. Ella no le retiene aunque, a solas, no puede llora. Al inicio parece que nunca llegará el combate; tras un breve choque de tropas, el soldado se debate entre el deseo e luchar y las dudas sobre su valor. Ese conflicto al abandonar el frente sumido en el pánico. A medida que retrocede hacia la retaguardia ve el numeroso grupo de soldados heridos que son retirados del frente. Pero la lucha invade el territorio y se vuelve a encontrar en el frente de guerra, cambiante de lugar. El conflicto bélico es despojado de brillo e idealismo.
El relato es narrado desde los ojos del soldado, lo que piensa y siente. De hecho no se detalla donde se lucha y apenas se ve, entre el humo, el lugar en donde están los soldados del otro ejército.
Destaca en el libro el realismo de las escenas, el pánico ante la batalla en primera persona y su proceso de transformación con el paso del tiempo. La roja insignia del valor ofrece una visión cruda de la guerra, en la que aparece con la carga de violencia y miedo, además de las secuelas que deja.
Publicada en 1895, es un clásico de narrativa bélica y obra importante en la literatura de su país. Tuvo la fortuna de alistarse en el bando vencedor pero, como toda guerra, y más civil, es dura.