El libro se presenta como una ayuda para redescubrir cómo la filosofía (o tal vez sea mejor decir: determinadas actitudes filosóficas) puede ayudarnos a superar las adversidades de la vida moderna. Para ello, De Botton propone seis modelos de filósofos que, gracias a su pensamiento, pueden inspirar al lector. Los elegidos son: Sócrates, contra la impopularidad; Epicuro, contra la pobreza; Séneca, contra la frustración; Montaigne, contra la propia ineptitud o falta de autoestima; Schopenhauer, contra el mal de amores; y Nietzsche, contra las dificultades. Se ha hecho una mini-serie documental de televisión a partir de este texto.
De Botton tiene buena pluma, y es un buen divulgador. Sin embargo, nadie debería esperar un ensayo, o una obra de filosofía divulgativa en sentido estricto. Se trata, simplemente, de presentar algunos episodios de la vida de cada filósofo, relacionarlos con alguna idea base de su filosofía, aderezarlo con alguna cita, y tener así una "consolación" sobre el tema de que se trate. En resumen, como señalaron algunas críticas en su momento, estas consolaciones son un libro "confortante pero superficial; si De Botton quería popularizar la filosofía, solo ha conseguido trivializarla, difuminándola en una serie de frases tontas pero afiladas" (New Statesman), "un mal libro, porque promueve un mal concepto de filosofía, un concepto decadente", "los filósofos académicos [que De Botton critica por alejados de la gente] al menos intentan hacer las cosas bien, comprender el mundo. Eso es lo que les une a Sócrates, aunque no estén dispuestos a ir con él al mercado. Y esa es la unión que este libro corta" (New York Times); "este último intento de popularizar la filosofía –en el sentido de convertirla en un producto televisivo– parte del presupuesto de que algunos filósofos pueden darnos consejillos para vivir mejor. No estamos frente a la popularización de la filosofía, sino ante una tontería. No hay nada en este simulacro que merezca su título" (The Times).
Por lo demás, desde un punto de vista doctrinal o moral, todas las consolaciones tienen en común cierta mentalidad de "carpe diem", moderadamente hedonistas. Algunas consolaciones ofrecen verdades de sentido común (del tipo, "la verdadera riqueza está en la amistad"; o "las dificultades son oportunidades para hacernos fuertes"), otras son meras invitaciones a relativizar la importancia que damos a cosas, o a dejarnos guiar más por nuestros apetitos sin caer en escrúpulos. El libro contiene también un par de bromas de bajo tono, y los elementos anticristianos presentes en algunos de los pensadores elegidos son asumidos con naturalidad dentro del discurso, aunque el Autor diga distanciarse de los mismos y no se haga un especial hincapié en ellos.
J.V. (España, 2015)