El libro de las fundaciones es el de mayor atractivo humano escrito por la Santa. En él podemos contemplar a la autora recorriendo largos caminos, a pesar de sus enfermedades y de sus años, esforzándose en cumplir la voluntad de Dios entre abundantes tribulaciones. Fundará monasterios en Ávila, Medina del Campo, Valladolid, Toledo, Pastrana y Salamanca, y un convento de frailes en Duruelo. Poco después lo hará en Segovia, Sevilla, Caravaca… En vísperas de su muerte seguirá con su empeño, esta vez en Villanueva de la Jara, Palencia, Soria y Burgos.
Hace consideraciones muy útiles sobre la vida interior y el trato familiar con Nuestro Señor. Ayuda a crecer en visión sobrenatural y a ver la unión entre vida interior y vibración apostólica.