El origen de esta breve pero rica obra revela su estilo. Es un texto que se encarga a Irene Vallejo, conocida filóloga y escritora, por parte de la Federación de Gremios de Editores de España. La finalidad es apoyar un pacto de Estado por la lectura, por el libro.
La autora se propone mostrar lo que ha hecho la lectura por la humanidad, sus virtudes y lo que hemos de hacer para garantizar que perdure. Se refiere siempre a lecturas de calidad. Desde el inicio se capta la belleza y claridad del ensayo que es una invitación a que nos conquisten los libros, contagia un entusiasmo bien sustentado. Revela un amor apasionado por la lectura. Incluye muchas frases preciosas. Utiliza estudios científicos actuales desde una perspectiva psicológica y humanística que le dan más consistencia y persuaden de que leer ha de ser una experiencia frecuente en la propia vida.
Leer es un gimnasio para la mente y la inteligencia; un acto de resistencia ante la prisa y la inmediatez propias del mundo actual; es la base de la democracia porque permite el diálogo con los otros, atender y comprender a cada persona. Ayuda a desarrollar los “ojos interiores” que amplían horizontes y enriquecen nuestro universo. Facilita conocer gente nueva con sus caracteres y sus razones, por eso es una actividad profundamente colectiva, porque nos acerca a los otros en un universo narcisista y ególatra. Las personas que leen son más empáticas porque un buen libro despliega habilidades sociales, fortalezas para la convivencia cotidiana, capacidad para imaginar la experiencia del otro.
Es grande su poder para el crecimiento personal y para la construcción de una mejor sociedad. Ayuda a conocernos a nosotros mismos porque permite traducir en palabras nuestros pensamientos, sentimientos y actuaciones. La lectura es el salvavidas en los naufragios del tiempo y derriba sus fronteras. Es el faro luminoso en muchas tormentas. Es un gozo disfrutar de grandes historias. Forma parte de lo mejor de nuestra existencia. Es la cosecha de años de educación y transformaciones sociales. El libro es la mayor obra de la humanidad.
El relato rebosa sensibilidad, elegancia, cercanía, reposo y erudición. Se recomienda ampliamente. Facilita comprender el poder de los libros, y lo hace con calma y concordia. La lectura nos salva, no puede desaparecer. Ella seguirá cuidándonos, si nosotros cuidamos de ella. Por la extensión del manifiesto es imposible para la autora profundizar en sus aseveraciones: esa es la tarea pendiente de cada lector, asimilar y reflexionar detenidamente en estas ideas para extraer sus consecuencias y fecundidad. Quizá ayude en esta labor conocer, El infinito en un junco, de la misma escritora, que es su ensayo literario sobre la historia de los libros, ganó el Premio Nacional de Ensayo, ha sido traducido a más de 30 idiomas y cuenta con más de 20 ediciones.