Quince años después de la publicación de "Cisnes salvajes", Jung Chang -doctora en Lingüística por la Universidad de York- saca a la luz esta biografía que ha escrito con la colaboración de su marido, el historiador Jon Halliday. La obra conjuga calidad literaria y rigor histórico: a continuación de la narración de la vida de Mao, el libro dedica más de doscientas páginas a la lista de entrevistados, archivos consultados, bibliografía de las fuentes, índice alfabético y fotografías. Con el trabajo de este material, los autores han querido revelar al lector la identidad del hombre que vivió largos años escondido bajo el mito de “La Estrella roja".
Esta biografía del presidente Mao puede interesar a jóvenes y adultos que quieran saber algo más del mundo contemporáneo. Resulta enriquecedora porque muestra la vida hasta ahora velada de un hombre que influyó definitivamente en el destino de gran parte de la humanidad en el s. XX. La obra, fruto de una investigación extensa y bien documentada, al tiempo que da a conocer la figura del líder comunista, ofrece un recorrido por los episodios más relevantes de la Historia mundial del último siglo. Los acontecimientos relatados evidencian el individualismo, el desinterés y el desprecio hacia la persona y la sociedad que están presentes en los regímenes políticos fundados en filosofías marxistas-comunistas.
El libro está redactado con un estilo cuidado, directo y llano que facilita la agilidad en la lectura. Sin incurrir en el morbo, relata con detalle las atrocidades y torturas que se cometieron bajo la dirección de Mao, por lo que puede herir ciertas sensibilidades. Además, aparecen algunas páginas con contenido sensual.
M.E.S.Y. (Italia, 2007)
Escrita por la célebre escritora de "Los cisnes salvajes", este libro es una biografía de Mao, nacido el 26.12.1893 en el valle Shaoshan, provincia Hunan, de una familia de agricultores cuyos antepasados vivían en el valle desde hacía 500 años. Falleció el 9.09.1976 en Pekín tras décadas de poder absoluto sobre un cuarto de la población mundial. Los autores le declaran responsable de más de 70 millones de muertos en época de paz.
Se trata de una obra enciclopédica: tras 810 páginas de texto, con diversas notas a pié de página, distribuidas en 57 secciones ordenadas temática y cronológicamente, siguen 75 páginas de fuentes para el contenido. Además hay una lista con centenares de personas entrevistadas, clasificadas por temas y países, un elenco de los archivos consultados y de las 77 fotografías que ilustran el texto, 48 páginas de bibliografía en chino y otros idiomas, así como 15 páginas de indice alfabético.
Mao comienza como estudioso dentro de una familia campesina: como un maestro de escuela. Hacia los 20 años de edad simpatiza con el partido comunista y hasta los 30 años es un miembro poco convencido; en los años 31-33 de su vida intenta hacer carrera en el partido nacionalista y se orienta después hacia el comunismo, en plan oportunista, buscando sus propios intereses y el ascenso al poder. Sin escrúpulos y sacrificando la familia para sus ventajas personales, intriga dentro del partido y de los ejércitos rojos. La “larga marcha” (1934-35) es descrita como un conjunto de tretas frente a las tropas de los nacionalistas (con ayuda de agentes infiltrados en el cuartel general enemigo) y de zancadillas a otros jefes militares rojos, para convertirse en una figura importante.
El ataque del Japón en el norte de China, en julio 1937, suponía un peligro para Rusia, pues las tropas japonesas tenían paso abierto hacia la frontera rusa. Según los autores, el general Zhan Zhi-zhong, jefe de la guarnición Shangai-Nanjing, era un agente de Stalin que contra la voluntad de Chian Kai-shek (que no quería declarar la guerra al Japón sino reducir las hostilidades al norte de China) atacó los 3000 soldados de infantería de marina que Japón tenía cerca de Shangai en virtud del armisticio de 1932. Con esto la lucha explotó 1000 kilómetros más al sur. En este escenario Mao se dedica a luchar contra sus rivales -eliminándolos uno tras otro- y contra Chian Kai-shek, pero no contra los japoneses. Así llega el año 1945 y en el séptimo congreso del partido comunista chino se hace con el poder. Mao fue elegido presidente de los tres gremios ejecutivos: el Comité Central, el Politburo y la Secretaría.
A partir de ese momento sus ambiciones personales le guían en la conquista del resto del país, derrotando a los nacionalistas, y en el sueño de hacer de China una superpotencia. Para forzar la industria (militar) sacrifica millones de campesinos que mueren de hambre mientras los alimentos se exportan para comprar maquinaria y construir fábricas. Esto es posible por un régimen de control y terror que llega a todos los pueblos y todas las fábricas. Las guerras al borde de las fronteras, como la de Corea, la invasión del Tibet o las luchas en Vietnan y Laos, son meros instrumentos de su política. Paralelamente organiza diversas purgas en el interior (como “Dejaz que florezcan 100 flores”) que culminan en la revolución cultural, que destroza las fuerzas vivas del país, como medio para eliminar a sus rivales. La visita de Nixon a Peking y el puesto de China en el consejo de seguridad de la ONU son un destello de gloria en un periodo de decadencia personal.
Al final de su vida, enfermo y casi ciego, tiene que rehabilitar antiguos enemigos y tolerar recortes en sus planes de hegemonía mundial: el pais está sin fuerzas para ello. Consigue morir en el poder pero sin capacidad para orientar el futuro. En todo caso, los autores subrayan que su retrato y su mausoleo presiden la plaza de Tiananmen y que el régimen comunista se ha declarado heredero de Mao.
Desde el punto de vista moral, la vida sexual disoluta de Mao y su carencia de principios y de compasión se presentan en plan de crítica y sin defectos de forma.
F.B. (Suiza, 2017)