Una noche de junio el policía Glass encuentra el cuerpo muerto de Ernest Fletcher en su despacho. El cráneo fue machacado por un instrumento contundente: éste es el factor más importante del crimen, la clave para saber quién y por qué lo mataron. No está escondido pero nadie lo encuentra, todos lo ven pero no lo advierten. Las personas que podrían estar relacionadas con el asesinato son: una señora, un marido celoso, una muchacha de cabaret muerta, un criminal y su sobrino. Varios de ellos tendrían motivos para hacerlo. Interviene Scotland Yard, con los detectives Hennasyde y Hemingway, que representan muy bien su papel.
Georgette Heyer (1902-1974) fue una prolífica escritora inglesa que desde 1931 publicó una novela romántica y una de suspenso por año. Esta obra tiene una ambientación contemporánea. El argumento está bien desarrollado, se refleja conocimiento preciso del entorno, ingenio y golpes de humor. Nada es lo que parece. Atrapa al lector desde el principio por las intrigas, suspenso, misterio y el final es impredecible. La autora logra un buen perfil psicológico de los personajes. El estilo es ágil, fácil de leer, sin violencia ni escenas desagradables por lo que entretiene y descansa.