
Confesión de un asesino es una obra maestra del novelista y periodista austriaco Joseph Roth (1894-1939), situada en el periodo de entreguerras centroeuropeo. La novela es conocida por algunos como su novela rusa, ya que la historia está ligada a Rusia y la psicología de sus personajes está descrita con tintes rusos: vileza, rencores, necesidad de reconocer las culpas y expiarlas.
El escritor aborda el poder hipnótico del mal. El narrador de la historia cuenta de su vida en París. Desde hacía algunos años, vivía en la rue de Quatre-Vents. Enfrente de sus ventanas quedaba el restaurante ruso Tari-Bari, donde solían acudir con frecuencia emigrantes rusos, alcohólicos, sin empleo. La misteriosa historia que recorre las páginas del libro se basa en una confesión que hace en dicho local un tenebroso personaje, hijo ilegítimo de un príncipe ruso (Krapotkin), y ex agente de la terrible policía del zar. La narración es densa; dice mucho en pocas páginas. Capta bastante la atención y conviene leerla con sosiego, para poder comprender mejor los entresijos pasionales de la novela. Es interesante, y muestra la complejidad del alma humana. Contiene algún pequeño detalle sensual.