Conrad se inspiró en el ataque al Observatorio de Greenwich, en 1894, para escribir una de las mejores novelas policiales. El Agente Secreto se desarrolla en los barrios sombríos de Londres, poblados por anarquistas y socialistas que contribuyen para un ambiente ajetreado, infestado de provocadores, que las embajadas buscan manipular. Los personajes alrededor de los cuales se desarrolla toda la acción, son los miembros de la familia Verloc.
Verloc, el agente provocador, involucrado en un asunto misterioso; su mujer, Winnie, trabajadora, silenciosa, ama su marido con una fidelidad intocable; Stevie, el hermano de Winnie, un chico con ciertas discapacidades, que necesita toda la atención y cuidados de su hermana. La acción está centrada en el ataque de Greenwich, que Conrad describe con una precisión que ha admirado a algunos de sus lectores. De hecho, Conrad reconoce que hubo momentos, mientras escribía, en que fué un revolucionario extremista. Pero, aunque el ataque de Greenwich sea el centro de la acción, Conrad retrocede en el tiempo para volver a la familia de Verloc, con más detalles, que harán comprender el desenlace final.
El Agente Secreto es más que un policial; es una novela que retrata todo un ambiente político de fines del siglo XIX, inicio del XX; Conrad mismo fue un revolucionario extremista polaco, nacido en Ucrania en exílio. En este libro Conrad no deja de tratar de los temas que siempre le han ocupado: el hombre y el Universo, la lucha del hombre consigo mismo, los límites humanos ante la grandeza y las fuerzas de la naturaleza.