Isabel san Sebastián narra las aventuras de Braira, una exiliada occitana, de ascendencia y fe cátara, en la corte del emperador Federico Hohenstaufen, "stupor mundi", que la tiene a su servicio en Sicilia gracias a sus dotes para interpretar las cartas del Tarot. Esta ambientación propicia que la última parte muestre los aborrecibles hechos del monarca en las etapas finales de su reinado, pero el resto es un conjunto de aventuras que podría pertenecer a cualquier otra novela de ambientación medieval. En este sentido, no faltan los tópicos negativos sobre la iglesia medieval -Papas, cruzados, inquisidores, legados pontificios-, especialmente en lo que a la represión de la herejía y las injerencias en el terreno político se refiere. La permisividad moral de algunos personajes da pie a algunos pasajes frívolos.
R.D. - D.L. (2010)
En esta novela se narra la historia de Federico Hohenstaufen, rey de Sicilia y Emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico en el siglo XIII. En dicha época vive una chica del Languedoc, de familia noble y de religión cátara. Dada la persecución de dicha herejía, sus padres la mandan a Aragón y, establecida allí, acompaña a Constanza de Aragón que viaja a Sicilia a contraer matrimonio con el que después sería Emperador. Se nos cuenta la historia de los cátaros, las Cruzadas, Sicilia, Tierra Santa, mientras transcurren las vidas de los personajes históricos y los que no lo son. También interviene la adivinación por medio del “tarot”, de quien la protagonista es consumada intérprete.
J.P.D. (España, 2018)