Una joven institutriz es contratada por un padre siempre ausente para cuidar y enseñar a sus dos hijos, viviendo en una mansión en la campiña inglesa. Los niños, que al principio parecen normales, han sido muy afectados por el misterioso comportamiento de la institutriz anterior, de la que nadie parece saber mucho.
Hay quien dice que es una de las mejores últimas páginas de la literatura. Sin duda, es uno de los relatos de fantasmas sobre los que más se ha escrito y debatido. La historia de una joven institutriz enviada a un caserón a educar a los dos hijos de un viudo siempre ausente de casa sólo para percibir que ocultan algo es, como James señala, "una vuelta de tuerca" al género. Numerosas ediciones comentan diversos aspectos de la novela: el sentido del título, el final, el retrato de los personajes, la delgada línea entre realidad y ficción: algunas de estos textos son muy recomendables, y se sitúan acertadamente al final (por ejemplo, en la excelente versión de "Tus libros" de Anaya). Porque lo mejor es leerlo una vez sin prejuicios, como una simple y sencilla historia de fantasmas, paladeándo -eso sí- la prosa de James; y una vez terminada… ¿qué mejor dejarse guiar por los comentarios, empaparse de los entramados internos, y volver a empezarla?
D.L. - J.V. (2010)