La psiquiatra y humanista Rojas Estapé, aborda una cuestión de la que un primer paso es tomar conciencia de lo que el título indica. Los niveles de necesidad son variables, pero es probable que sean más altos de lo que esperábamos. Vivimos en una sociedad que busca huir del dolor a cualquier precio, recibir placer al coste más bajo y estar en las redes sociales. Durante un tiempo se ha atribuido al Covi algunos de los rasgos que aquí se mencionan, pero el hecho es que ya algunos rasgos persisten tras aquel periodo. Perder la paciencia más fácil, dificultad para mantener la atención, necesitar estímulos más fuertes para atender. El ritmo de vida en parte nos viene dado; pero es posible aumentarlo o disminuirlo. No sólo son los algoritmos en la red para generar dependencia, es la cultura de la inmediatez que se instala.
La dependencia psíquica y/o física es mayor de lo que suponemos. Sin ser algunos muy conscientes, se deslizan hacia algún tipo de dependencia; la ludopatía, el abuso del alcohol… Cada uno, con sinceridad, debe saber qué ha perdido en el camino de su vida, qué necesita recuperar,… quizá el título del libro. Acudir a un especialista no es un estigma, pero tampoco es la panacea; se puede necesitar de apoyo médico y compromiso personal por superar alguna adicción. La pornografía antes había que buscarla, ahora hay que evitarla. No todo lo que aquí mencionado nos afecta igual a todos pero es probable que afecte a alguien de nuestro entorno.
Las explicaciones técnicas, a veces, son arduas para quien no domina esa terminología; pero está al alcance de todos captar las ideas que nos transmite. Recupera tu mente, reconquista tu vida, ayuda a pensar cómo actuamos en casos que no sabemos gestionar. Pedir ayuda no es humillante; lo esencial es salir de esa espiral.