La joven Clarissa es el personaje central de esta obra dramática, en el contexto de la Gran Guerra. Es hija de un militar austriaco. Casualmente en Lucerna conocerá a Lèonard, un joven socialista francés, y se enamorarán. Clarissa quedará embarazada y, en plena guerra mundial, se verá sometida a fuertes tensiones sobre qué hacer. Un amigo médico llegará a convencerle de que la mejor solución no es el aborto. A partir de entonces, la novela gira en torno a la supervivencia de su hijo, que supondrán para la madre muchos quebraderos de cabeza y angustias.
Como intelectual comprometido, Stefan Zweig, trasluce a través de los distintos personajes su rechazo, con comentarios muy acertados, de las doctrinas nacionalistas, el horror de la guerra, y su pesimismo por el destino de Europa, que está perdiendo sus valores. El autor sabe plasmar también muy bien, con delicadeza, la psicología de las personas, y es capaz de transmitir sus sentimientos, su mundo interior. La prosa está muy cuidada y el estilo es elegante. Su muerte le impidió terminar su obra y al final parece que se acelera la acción, sin perder por ello su coherencia y sentido. Es un drama agridulce de provechosa lectura.
R.I. (España, 2017)