La familia Aldridge tiene negocios de serrería en Pittsburgh. El hijo mayor, Byron, participa en la Primera Guerra Mundial y vuelve muy cambiado y trastornado por lo que ha vivido en Europa, y, en vez de regresar con los suyos, vive como alguacil en un aserradero de Luisiana. Cuando su padre se entera de su paradero, decide comprar la explotación y enviar a su segundo hijo, Randolph, para que dirija el negocio y trate de recuperar a su hermano. La novela es la historia de esa tarea, en un ambiente muy duro, de violencia (se suceden asesinatos, pendencias, actuaciones de grupos mafiosos...), en un territorio muy inhóspito, y un trabajo de supervivencia para muchos, personas incultas y con conductas muy primarias.
Se sucede por tanto la lucha entre el bien y el mal, pero hay un fondo de misericordia, de perdón, intentos por buscar soluciones justas a los problemas y una defensa de la familia. Los personajes están bien perfilados, las descripciones de hechos y lugares son muy precisas. La traducción de José Gabriel Rodríguez Pazos es excelente y meritoria pues, como es habitual en Gautreaux, usa muchos tecnicismos, al describir máquinas, herramientas, armas.... Novela de alta calidad, dura, pero abierta a la trascendencia.